En la sociedad actual vivimos en un ritmo de vida que pide que realicemos varias actividades de forma simultánea, ya sean diarias o laborales. Pero, ¿qué dice la ciencia sobre ofrecer nuestra atención y acción a varias cosas al mismo tiempo? ¿Son las mujeres más multifuncionales? ¿Y tiene algún costo cognitivo? 

Hoy en día existe una percepción generalizada de que el tiempo es una herramienta preciada y escasa, lo que genera que nos enfrentemos a la cotidianidad a toda velocidad, intentando sacarle el máximo provecho a cada minuto del día.  Es en esta sensación de fugacidad temporal donde la multitarea se muestra como una solución; la capacidad de realizar a la vez múltiples funciones mentales de forma eficiente, como por ejemplo conducir mientras se habla por teléfono o leer con la televisión de fondo, entre otras acciones.

La gran mayoría de las personas consideran que tienen la capacidad de generar varias tareas de forma simultánea; sin embargo, un estudio de la Universidad de Utah en Estados Unidos señala que esto no es posible. La investigación fue realizada con 310 estudiantes de psicología —76 mujeres y 134 varones, con una media de edad de 21 años— y se llevo a cabo mediante una sucesión de cuestionarios con el objetivo de cuantificar la capacidad real de generar múltiples actividades en esta era de la información y tecnología, donde existe una amplia gama de medios de comunicación electrónicos disponibles que nos demandan atención en nuestro quehacer cotidiano. Con toda la información recopilada, los investigadores generaron correlaciones relevantes entre los efectos de las distintas pruebas y los cuestionarios. ¿Los resultados? Por una parte, verificaron que las personas que realizan múltiples tareas al mismo tiempo son propensas a ser impulsivas, es decir, que persiguen cada vez más nuevas sensaciones al confiar en su supuesta competencia de multifuncionalidad, pero que, en última instancia, resultan ser menos aptas de generar múltiples tareas a la vez. 

El mito de las mujeres multitareas

Con frecuencia se escucha que la multifuncionalidad se asocia a una habilidad femenina donde las mujeres, por decir un ejemplo, tendrían la capacidad de contestar un correo electrónico, hablar por teléfono y, al mismo tiempo, acompañar al hijo/a en la realización de tareas. Pero, ¿es real este estereotipo?

Comencemos por la idea de que existe un cerebro masculino y uno femenino anatómicamente diferentes. Durante años los y las integrantes de la ciencia han analizado cómo estas diferencias biológicas podrían perjudicar a las capacidades cognitivas de cada uno de los géneros; ciertos estudios fundados en resonancias magnéticas y pruebas neuropsicológicas han señalado que las mujeres producirían una mayor activación e interconexión de regiones del cerebro, posibilitando así la capacidad de realizar múltiples tareas a la vez. Por otro lado, otros expertos han planteado que esto podía estar ligados a una cuestión hormonal o a un mecanismo evolutivo según el cual las mujeres, tradicionalmente ligadas a los quehaceres domésticos y cuidado de los hijos/as, han tenido que elaborar una “capacidad especial” para poder abarcar varias taras a la vez. 

No obstante, un reciente estudio liderado por investigadoras de la Universidad Técnica de Aquisgrán en Alemania ha descartado que las mujeres, al llevar a cabo varias actividades a la vez, lo hagan mejor que los hombres. Esta investigación comparó a 48 hombres y 48 mujeres en una sucesión de experiencias en los que debían identificar números y letras. En algunos experimentos las y los participantes debieron realizar dos tareas al mismo tiempo, lo que se conoce como multitarea concurrente, mientras que en otros casos tuvieron la opción de completar una tarea antes de iniciar la siguiente, lo que se denomina como multitarea secuencial. 

Con la información recopilada mediante todo el proceso, las investigadoras determinaron que hacer varias cosas a la vez demanda modificar el foco de atención, y por ende, es más desgastante a nivel cognitivo que generar las actividades de forma secuencial. Por otro lado, los resultados del estudio no lograron probar ninguna discrepancia sustancial entre ambos géneros; no obstante, los resultados de los estudios son en general muy heterogéneos, pues hay estudios que concluyen que las mujeres son mejores en la multitarea, y otros que dicen que son los hombres.

La multitarea y la salud

Hay varias investigaciones que entrelazan el multitasking con varios problemas graves como la mala salud mental. A pesar de eso, muchas organizaciones y personas cometen el error de apreciar la capacidad de realizar varias tareas a la vez como un factor de eficiencia o rendimiento. 

Según Earl Miller, neurocientífico y profesor de Massachusetts Institute of Technology, cuando las personas creen que están realizando varias tareas, estrictamente están variando de una actividad a otra de forma veloz, y cada vez que ocurre esto hay un costo cognitivo. ¿Por qué? Este cambio repentino de actividad genera una respuesta de dopamina en el cerebro, y esto estimula a continuar alternando entre taras para generar esa sensación de gratificación instantánea. Todo lo dicho anteriormente puede generar un ciclo de retroalimentación dañino, ya que genera un espejismo de que estás siendo eficiente y productivo, pero la verdad es que esto provoca una “productividad falsa”, puesto que no hemos hecho acciones que requieran de un pensamiento crítico.

Otra secuela de generar varias acciones a la vez es el agotamiento; así lo confirma un estudio liderado por la Universidad de Stanford. Esta investigación señala que las personas que se rigen por la multitarea sienten bajas importantes en el coeficiente intelectual parecidas a las que se presentan al perder una noche de sueño; el multitasking eleva la producción de cortisol, una hormada que causa estrés. 

El desafío 

Debido a los múltiples estudios que se han expuesto sobre esta temática y sus nocivas consecuencias es urgente mirar el multitasking como una mala práctica, una exigencia organizacional que hace más que daño que bien y que debe ser abolida. 

Para disminuir las consecuencias negativas del multitaksing es necesario generar las condiciones de trabajo y del hogar para que las actividades y desafíos se hagan en un contexto de calidad más que de cantidad. En el ámbito laboral es necesario que los líderes de las organizaciones logren identificar las destrezas de los trabajadores y las exigencias puntuales del entorno, y beneficiar la capacidad de las personas con propuestas de proyectos con metas asequibles. De esta forma, se podrá poner en práctica una diversidad importante de habilidades que faciliten el bienestar emocional.

Por último, deberíamos recordar un estudio de la Universidad de Harvard que ha justificado que las personas son más felices cuando sus acciones y pensamientos concuerdan entre sí. Dicho de otra manera, que las personas son más felices cuando “viven el presente”. Por lo mismo,  debemos ser conscientes y esforzarnos para generar instancias en las que estemos en cuerpo y mente dedicados a la  tarea que tengamos enfrente. 

Bibliografía: 

1. Sanbonmatsu DM, Strayer DL, Medeiros-Ward N, Watson JM (2013) Who Multi-Tasks and Why? Habilidad multitarea, capacidad multitarea percibida, impulsividad y búsqueda de sensaciones. PLoS ONE 8 (1): e54402. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0054402

2. Hirsch P, Koch I, Karbach J (2019) Poniendo un estereotipo a prueba: el caso de las diferencias de género en los costos de multitarea en situaciones de cambio de tarea y de doble tarea. PLoS ONE 14 (8): e0220150. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0220150

3. Earl K. Miller(2017)  Multitasking: Why Your Brain Can’t Do It and What You Should Do About It.https://radius.mit.edu/sites/default/files/images/Miller%20Multitasking%202017.pdf 

4. Melina R. Uncapher y Anthony D. Wagner (2018) Mentes y cerebros de los multitarea de los medios: hallazgos actuales y direcciones futuras.; publicado por primera vez el 1 de octubre de 2018; https://doi.org/10.1073/pnas.1611612115

5. Tal Ben-Shahar (2008), Happier: Can you learn to be Happy?.