¿Alguna vez has intentado aprender un nuevo idioma? ¿Recuerdas cómo aprendiste a hablar español?

Probablemente no recuerdes cómo aprendiste el significado de las palabras o cómo lograste pronunciarlas, pero actualmente sabemos que, mediante la constante exposición a los sonidos característicos de una lengua, podemos extraer las diferentes reglas que la conforman y de generalizarlas a las situaciones cotidianas de habla para finalmente poder utilizar un lenguaje o idioma. Sabiendo esto, nos enseñan los sonidos característicos, las reglas gramaticales, semánticas y sintácticas del nuevo lenguaje y nos impulsan a practicarlo hablando con otros o simulando diálogos para aprender otros idiomas. Pero además de todo esto, una forma de practicar y aprender nuevas palabras es el cantar canciones.

¿Te ha pasado que escuchas una canción en otro idioma e intentas aprenderla a pesar de no dominar ese idioma? Bueno, esa podría ser una primera aproximación para aprender un nuevo lenguaje, pues se ha comprobado que cantar es una forma efectiva para ampliar nuestro vocabulario y mejorar la pronunciación, además de que escuchar música y cantar resulta ser una actividad placentera mientras practicamos el idioma.

Lo mismo ocurre con los infantes que se encuentran en pleno desarrollo del lenguaje; mediante la escucha y participación en las interacciones cotidianas, los infantes son capaces de aprender el lenguaje y de participar en los intercambios verbales, además de que, actividades lúdicas como las experiencias musicales y de canto, son antecedentes del desarrollo de lenguaje y también son consideradas como un apoyo de éste, pues estimulan y brindan diversión a los pequeños.

Así lo demuestra una investigación realizada con infantes hispanohablantes entre los 18 y los 54 meses de edad (Suárez, Alva y Pérez, 2016), la cual estudió las emisiones verbales que los infantes realizaban durante su estancia en instituciones educativas a lo largo de 2 años. De estas emisiones, diferenciaron las producciones verbales de las emisiones espontáneas de canciones, las cuales debían tener musicalidad, es decir, tono, ritmo y entonación; no tener como propósito comunicar un mensaje y ser producidas por un infante a la vez (no se contaban como canto espontáneo si la canción se emitía durante una actividad dirigida por las cuidadoras o durante una situación de juego libre grupal).

De esta forma, compararon a los infantes que habían cantado de forma espontánea con los que no lo hicieron y se analizó si existían diferencias significativas en cuanto a su producción verbal. Los resultados mostraron que los infantes que cantaron de forma espontánea tenían un mejor desarrollo de lenguaje en términos de cantidad y variedad de vocabulario, sin importar el género de los infantes ni tampoco si asistían a una institución educativa pública o privada. Es así, que en este estudio se considera a las canciones como un facilitador del desarrollo de lenguaje infantil, pues previamente se ha propuesto que cantar promueve en los infantes un mayor dominio, por ejemplo, en el uso de diferentes tiempos verbales, preposiciones y adjetivos. Además, facilita la identificación de diferentes palabras, objetos y frases mediante cualidades de las canciones que las hacen atractivas para ellos, como una estructura melódica y rítmica, vocabulario sencillo, frases que se repiten y contenido emocional tanto familiar como novedoso; incluso representan oportunidades de participación para expresar, inventar y construir sus propias canciones. Vale la pena mencionar que, a través de las canciones, el desarrollo motriz también se ve favorecido mediante el ejercicio de los músculos y la coordinación óculo-motora, además de las múltiples oportunidades de interacción social que pueden darse al cantar juntos en familia o con otros infantes.

Como adultos, podemos fomentar diversas actividades lúdicas con nuestros pequeños, permitiendo que inicien el canto y se integren en actividades musicales, facilitando que éstas formen parte de sus actividades cotidianas, pues promoverán que experimenten no sólo el lenguaje de diferentes formas, sino que también se verá beneficiado su desarrollo cognitivo, físico y social.

Referencias

Suárez, P., Alva, E., y Pérez, K. (2016). La producción espontánea de canciones y su relación con la producción verbal de infantes. Psicología Educativa. 4(1), 5-14.

Psic. Tania Valdés González, Licenciatura en Psicología. Universidad Nacional Autónoma de México. Candidata a Doctor en Ciencias del Desarrollo y Psicopatología (UDD-Chile) Áreas de investigación: Desarrollo del Lenguaje Infantil