Cuando el calendario avanza y navidad se acerca, niñas/os comienzan a escribir cartas, muchas veces reportando además un buen año, buenas notas y un comportamiento ejemplar como nunca antes! surge la oportunidad única del año de poder, al menos intentar, tener lo que por un buen tiempo han deseado. Esto pone a prueba a padres y familiares que sienten el impulso de hacer realidad la magia de la navidad, pero la que se refiere especialmente a la venida del Viejito Pacuero, Santa Claus, o Papa Noél, que cumplirá y traerá el deseado regalo.

Dentro de los desafíos que supone, está el de tener el dinero para el preciado objeto, encontrar que sea posible de adquirir en el mercado, y no menos importante, lograr cumplir este cometido en el más absoluto anonimato, y de modo casi invisible entrar a casa y ocultarlo de manera tal que por varias semanas sea imperceptible.

¿Porqué la mayoría de los padres hace este ritual? probablemente para no romper aquella inocente creencia, cuidar la magia y sobretodo disfrutar de la expresión de sorpresa en noche buena, cuando al fin llega el momento esperado!

Pero ¿realmente mi hija/o cree en el Viejito Pascuero o llevan años haciéndome creer a mi que sí creen, para tener la libertad de pedir lo que desean en navidad?

Pocos estudios científicos han tratado de investigar acerca de las creencias que niños/as tienen acerca de figuras como Santa Claus, Conejo de Pascua, y el Ratoncito de los dientes. En todos ellos, sin duda Santa Claus es el que más “creyentes” concentra (Blair et al., 1980; Prentice et al., 1978). Ambos estudios realizados en Estados Unidos mostraron que la edad en que el porcentaje de niños/as que creen en Santa Claus alcanza casi la totalidad de ellas/os, es a los cuatro años. El 85% de niñas/os de cuatro años creen en el Viejito Pascuero según Pretince et al., (1978), y un 93% según el estudio de Blair et al., (1980). En ambos estudios se reporta un cercano porcentaje de creyentes en el Conejo de Pascua (75% y 93% respectivamente), mientras que los creyentes en el Ratoncito de los dientes es menor a la edad de cuatro años (20% y 55% respectivamente). No obstante, de los tres personajes mencionados, este último es el único que aumenta en porcentaje de creyentes a la edad de 5 a 6 años. 

A través de los siguientes años, y de manera bastante abrupta los niños/as comienzan un proceso de transición en el que dejan de creer en cada uno de estos personajes. Para muchas/os de los lectores lo siguiente podría ser revelador, asi que tome asiento. Si usted tiene un hijo/a de 8 años de edad, es altamente probable que ya no crea en el Viejito Pascuero! Pretince et al., (1978), reportaron que solo un 25% de las niñas/os de esa edad siguen creyendo en Santa, y según Blair et al., (1980) reportan un 22% de creyentes a la edad de ocho años. El resto de niñas/os o bien, dejaron de creer, o están en un proceso de transición, es decir, dudas sin pruebas! 

Del mismo modo esto ocurre con los demás personajes, y a la edad de 10 años prácticamente el 100% de niñas/os no creen en el Viejito Pascuero o en los demás personajes. Quizás a muchos padres y madres les ha pasado que sus hijos/as de esta edad o incluso mayores les han confesado que creen ciegamente y que como todos los años, harán su carta a Santa o pedirán un regalo deseado. Lo más probable es que esto no signifique un retraso cognitivo o un problema de desarrollo, al contrario, significa que ha puesto en marcha habilidades cognitivas muy complejas, tales como teoría de la mente, capacidades metacognitivas y todo el repertorio del comportamiento de engaño en búsqueda de un beneficio propio.

Otro de los aspectos estudiados y muy interesante es si esto se asocia a la capacidad de inteligencia y razonamiento de las niñas/os. Blair et al., (1980), reportó de manera empírica que no hay una relación entre el estadio de desarrollo cognitivo y las creencias en estos personajes, con lo cual, desestima una afirmación sugerida por Fehr (1976), que decía que si uno quiere saber el nivel de desarrollo cognitivo de un/a niño/a, basta preguntarle si cree en el Viejito Pascuero. Los datos sugieren que si uno sabe la edad de un/a niño/a, entonces uno puede predecir de manera más precisa si cree o no. Además, se demostró que no hay diferencias entre niñas y niños, y que de estos tres personajes, el que es más influenciable por parte de los padres, es el Ratoncito de los dientes. Ambos estudios entonces concluyen que un niño/a de entre 4 y 6 años es altamente probable que sea un creyente en Santa, a los 7 años es menos predecible, mientras que a la edad de 8 años hacia adelante, es muy probable que ya no lo crea.

Finalmente, es importante destacar que estos estudios corresponden a resultados en un contexto particular, por lo que podrían haber diferencias culturales o socioeconómicas, que expliquen algunas diferencias posibles de encontrar en otras sociedades y contextos, no obstante, hay muchas otras áreas de estudios en habilidades cognitivas y de percepciones o creencias, en la que resultados obtenidos en poblaciones norteamericanas son similares a los que encontramnos en países latinoamericanos, por lo que es muy probable que estos resultados no difieran sustancialmente de los que podríamos encontrar en nuestros países.

Les deseamos todo el éxito en la difícil tarea de responder a la carta y deseos de sus hijas/os!