No cabe duda que el acoso escolar es uno de los principales problemas de hoy. Los expertos advierten que una de las mejores soluciones para prevenir y revolver este fenómeno es no tolerar ni normalizar ningún tipo de comentario o actitud agresiva. 

Sobrenombres que resaltan el “defecto” físico, patadas, menosprecios en público, robos, pueden ser algunas acciones deliberadas de acoso escolar. Este problema, si bien ha existido siempre, no ha recibido gran visibilidad social hasta hace relativamente pocos años. Según indican los resultados de la IX Encuesta Nacional de Juventud realizada por el Instituto Nacional de la Juventud (2019), uno de cada cuatro jóvenes ha sufrido alguna situación de violencia física o psicológica en su lugar de estudios.

Ahora bien, ¿qué entendemos exactamente por este complejo y preocupante fenómeno? Para el Dr. Jorge Varela, docente e investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad del Desarrollo, el acoso escolar se caracteriza por ser un subtipo de un comportamiento agresivo que tiene atributos únicos. “Primero, está la sistematización de la agresión que lo diferencia de un conflicto o pelea puntual; segundo, la unidireccionalidad del ataque”, dice el docente, “Por último, un tercer elemento muy importante para caracterizarlo y que da luces para la futura intervención, es que sea un comportamiento agresivo tolerado por un contexto, en otras palabras, puede ser que en una sala de clases o grupo de pares se normalice este tipo de acciones”.

Para el psicólogo sueco-noruego Dan Olweus (1983), precursor en el estudio de esta materia, el maltrato o abuso entre iguales es una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza el estudiante contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques. Se distingue por ser incesante y frecuente durante un periodo de tiempo, que se ejerce de aquellas personas más fuertes a las más débiles. No tiene por qué ser solo un maltrato físico; también puede ser psicológico o verbal (Pereira et al., 2002, p. 298).

¿Cómo saber si nuestros hijos/as sufren acoso escolar? 

El acoso escolar es un problema global y según el Primer Estudio Mundial sobre el tema llevado adelante por la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras en colaboración con la OCDE para América, Europa, África, Oceanía y Asia; realizado entre marzo de 2020 y marzo de 2021, los casos de acoso escolar han aumentado de forma explosiva en relación con las últimas mediciones que estaban disponibles (1990). El primer puesto lo ocupa México donde 7 de cada 10 niños y adolescentes sufren todos los días algún tipo de acoso. 

Según el Dr. Jorge Varela, experto en la materia, hay algunas actitudes comunes entre los niños, niñas y adolescentes que sufren este tipo de acoso. Podrás detectarlo en los menores y jóvenes cercanos a ti cuando hay: fobia escolar, negativa a asistir a clases, desmotivación, tristeza, aislamiento, rechazo a cualquier espacio vinculado al colegio y ausencia de vínculos con pares.

¿Cuál es la clave para combatir el acoso escolar?

El acoso escolar es cada vez más un tema que preocupa a familias y a diversas comunidades educativas. Es por ello, que para lograr un ambiente de convivencia pacífica y de colaboración entre pares, es necesario declarar que esto es un tema importante, es decir, no tolerar ni normalizar ningún tipo de conducta o comentario agresivo. “Ejemplo de ello, son los aprendizajes que nos han entregado los movimientos feministas”, dice el académico de la Universidad del Desarrollo, “Hace unos años atrás, comentarios machistas o xenofóbicos se escuchaban cotidianamente, en cambio hoy, gracias a un discurso de no tolerar este tipo de acciones hemos logrado cambiar la cultura del entorno”. 

Una publicación de IE Revista de Investigación Educativa de la Rediech, examinó distintas iniciativas de prevención de acoso escolar que fueron aplicados en diferentes rincones del mundo, con resultados exitosos. Según señalan las autoras de esta aparición, Carolina Hamodi Galán, Docente en el departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid, Campus Universitario Soria, España; y Leire Jiménez Robles, Docente del Colegio Sagrado Corazón, La Rioja, España, el fin de este estudio es doble. “Por un lado, se analizan proyectos de prevención de acoso escolar exitosos en diferentes partes del mundo; por otro lado, se analizan variables del aula que podrían influir en la prevención del fenómeno en la etapa temprana”, señalan en la publicación.

En este contexto, las investigadoras identificaron tres exitosos modelos de prevención del acoso escolar y describieron cada uno de los programas, de cada modelo respectivamente.

  • Modelo constructivo de convivencia para prevenir la violencia. Los programas inmersos dentro de este modelo plantean acciones y actividades que ayuden a los estudiantes a conocer el fenómeno del acoso escolar para prevenirlo. Ejemplos de proyectos en esta línea: formación de valores para dar a conocer los beneficios de la convivencia pacífica; aprendizaje cooperativo como forma de prevención; propuesta para prever este fenómeno en recreos, entre otros. 
  • Modelo de trabajo en red y comunitario. El acoso escolar es un fenómeno social; por tanto, no debemos prevenir y actuar solo en la escuela, sino traspasar también al contexto comunitario (Cuevas, 2007). La educación es un trabajo que requiere a muchas personas, tanto del establecimiento educacional como fuera de él. Para ello, es muy importante la coordinación entre todos los actores clave y conseguir un mismo objetivo. Algunos programas en esta materia: el modelo ABC, programa Kiva Finlandia, entre otros.
  • Modelo de prevención centrado en el trabajo con las emociones: el método socioafectivo. Muchas de las investigaciones realizadas sobre el acoso escolar reflejan que las víctimas no se sienten bien consigo mismas; por lo tanto, no se valoran y tienen una mala imagen de sí. Por lo tanto, la forma en la que se sienten los estudiantes, sus emociones y su propia imagen es fundamental a la hora de entender por qué actúan de una manera o de otra.

Respecto a la prevención del acoso escolar, ¿cuánto hemos avanzando en Chile?

En Chile existe la Ley de Violencia Escolar que promueve la buena convivencia y busca prevenir todo tipo de violencia física, psicológica, agresiones u hostigamiento en los establecimientos escolares. “Creo que vamos bien encaminados, hace 15 años atrás un orientador de colegio apenas tenía tiempo para abordar este tipo de temas”, dice Jorge, “Hoy, tenemos la política y ley de violencia escolar, encargados de convivencia en todos los establecimientos, entre otros cambios. Es decir, en una década hemos cambiado la arquitectura del sistema escolar”.

Todos y todas tenemos la responsabilidad de aportar en la construcción de entornos amables, respetuosos, empáticos, y cooperadores. Hoy tenemos la oportunidad de transformar los colegios en un espacio de enseñanza y donde seamos capaces de convivir sanamente con otros y otras.