Los beneficios del buen dormir para nuestra salud. 

Una de las mejores acciones para el beneficio de nuestra salud, de nuestro cerebro y cuerpo humano, es dormir bien. Pese a que dormir  es una actividad que nos ocupa un tercio de vida, fácilmente ignoramos los efectos positivos que el buen descanso representa. Si bien el dormir forma parte de nuestra rutina, es necesario ir mas allá, y conocer las razones respaldadas por la ciencia por las que vale la pena hacer del sueño una prioridad para la salud.

  1. El descanso adecuado se asocia con un mejor estado de ánimo

Los hallazgos de las investigaciones en el área del sueño son asombrosos, ya que asocian la calidad del descanso al riesgo de sufrir enfermedades mentales. 

Por ejemplo, en un meta-análisis de estudios con jóvenes (Short et al., 2020), la falta de sueño se asoció con un mayor riesgo de experimentar ira, depresión, sentimientos negativos y ansiedad. En adultos, en un análisis histórico Ford y Kamerow (1989), demostraron que las personas que por mucho tiempo, duermen poco, tienen altos índices de pasar por trastornos psiquiátricos, y que las personas con insomnio tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión. Cabe mencionar que los beneficios entre el ánimo y el sueño son recíprocos, ya que las dificultades que puedan presentarse en el estado de ánimo influyen en la calidad del sueño y viceversa. 

  1. La buena memoria, un beneficio del buen descanso.

Estudios realizados en las últimas décadas, informan sobre el rol determinante del sueño en la construcción de nuevos recuerdos (Aleman-Zapata et al., 2022). Específicamente, a la falta de sueño puede atribuirse las dificultades en la transferencia de nuevos aprendizajes a la memoria, incluso, no dormir bien antes y después de un nuevo aprendizaje, puede afectar la permanencia de lo aprendido en memoria.

  1. El  sueño de calidad puede fortalecer el sistema inmune.

Existen estudios que han demostrado que los cambios en el sueño pueden afectar las células del sistema inmune. Concretamente, descansar lo suficiente (en comparación con no dormir lo suficiente) se relaciona con un menor riesgo de contraer algunas infecciones (Besedovsky et al., 2019). También se puede afirmar que los problemas del sueño están asociados con altos niveles de inflamación (Dolsen et al., 2019), especialmente en personas con síndrome de apnea obstructiva del sueño, debido a que la inflamación está relacionada con una variedad de problemas para el  cerebro y el cuerpo humano.

  1. Dormir bien puede mejorar el metabolismo.

Estudios recientes muestran que en el tema de la salud metabólica tenemos mucho que fortalecer, ya que la mala salud metabólica implica un mayor riesgo de resultados negativos para la salud, estos incluyen enfermedades cardíacas, muerte prematura y enfermedades cerebrales como el Alzheimer y la demencia (Araujo et al., 2019).

La falta de sueño puede afectar el funcionamiento del metabolismo de varias maneras, como aumentar las posibilidades de que comamos más, en especial alimentos poco saludables, como resultado de los efectos sobre las hormonas como la grelina y la leptina, que influyen en el apetito y en nuestras preferencias alimentarias. Los problemas de sueño también pueden dificultar que nuestros cuerpos eliminen la glucosa de nuestro torrente sanguíneo.

¿Cómo dormir mejor esta noche?

Las personas tienen diferentes motivos para mantener malos hábitos de sueño y descanso, por esta razón las intervenciones para mejorar este aspecto son específicas según las situaciones únicas de cada persona. Aún así, la mayoría de las personas pueden beneficiarse de seguir un horario regular de sueño y vigilia, aspectos como: reducir la luz artificial antes de acostarse (y obtener luz natural a primera hora de la mañana), reducir el consumo de cafeína y dormir con una temperatura ambiente más fresca pueden mejorar considerablemente la calidad del sueño. Para las personas que tienen problemas crónicos para dormir, pueden considerar realizar una evaluación con  un profesional de la salud.

Referencias 

Aleman-Zapata, A., Morris, R. G., & Genzel, L. (2022). Sleep deprivation and hippocampal rip ple disruption after one-session learning eliminate memory expression the next day. Pro ceedings of the National Academy of Sciences119(44), e2123424119. doi.org/10.1073/pnas.2123424119.

Araújo, J., Cai, J., & Stevens, J. (2019). Prevalence of optimal metabolic health in American adults: National Health and Nutrition Examination Survey 2009–2016. Metabolic syn drome and related disorders17(1), 46-52.doi: 10.1089/met.2018.0105. 

Besedovsky, L., Lange, T., & Haack, M. (2019). The sleep-immune crosstalk in health and disease. Physiological reviews.doi: 10.1152/physrev.00010.2018.

Dolsen, M. R., Crosswell, A. D., & Prather, A. A. (2019). Links between stress, sleep, and in flammation: are there sex differences?. Current psychiatry reports21, 1-6.

Ford, D. E., & Kamerow, D. B. (1989). Epidemiologic study of sleep disturbances and psychia tric disorders: an opportunity for prevention?. Jama262(11), 1479-1484. doi:10.1001/ jama.1989.03430110069030.

Short, M. A., Booth, S. A., Omar, O., Ostlundh, L., & Arora, T. (2020). The relationship between sleep duration and mood in adolescents: A systematic review and meta-analysis. Sleep medicine reviews52, 101311. doi.org/10.1016/j.smrv.2020.101311.