Si bien se ha estudiado la relevancia de las amistades de calidad como un factor promotor del bienestar de las y los adolescentes, aún queda mucho por indagar sobre cuáles son las variables que ayudan que las amistades sean percibidas como íntimas y cercanas.   

Dicen por ahí que la amistad es más intensa en la adolescencia que en cualquier otra época de la vida. A medida que los niños/as se adentran en la adolescencia van pasando más tiempo con sus amigos y menos con la familia. Es algo totalmente normal y natural, porque es un período del ciclo vital donde la socialización extrafamiliar cobra gran relevancia en el desarrollo psicosocial y la autonomía e identidad de la persona. En este sentido, Rubin y Bowker (2017) señalan que las amistades pueden proporcionar un contexto de desarrollo único en el que los niños, niñas y adolescentes asimilan sobre el conflicto y la negociación y desarrollan habilidades de toma de perspectiva y empatía.

En otras palabras, se puede decir que en la adolescencia el sentido de amistad comienza a avanzar hacia fronteras inexploradas: aparece el sentido y la experiencia de intimidad que dan cuenta de una moratoria psicosocial que nos obliga a entendernos en un mundo interdependiente, en donde nuestro sentido de seguridad y cercanía afectiva están indefectiblemente contenidos en un espacio intersubjetivo.

Para el Dr. Pablo Vergara, psicólogo y académico de la Universidad de Concepción, no cualquier amistad favorece el bienestar de las personas. Las que relevan la calidad de vida son aquellos lazos que nutren –en la mirada de un adolescente— las primeras construcciones simbólicas de intimidad, desde compartir ideas de vida, pensamientos y experiencias personales significativas, más allá del núcleo de la familia nuclear o extendida. De esta forma: “la amistad duradera y significativa da un sentido de trascendencia, pertenencia y seguridad, que fortalece las bases de la valoración de uno mismo”. 

Empatía y amistades

La amistad es un vínculo voluntario recíproco e igualitario en las que ambas personas reconocen la relación y se tratan como iguales. Asimismo, una de las variables más importantes que participa en la modulación de la conducta social y prosocial es la empatía (Decety, 2010). 

Si bien es poca la literatura sobre este tema, hay evidencia que propone que la empatía favorece la calidad de las amistades en la adolescencia. Ejemplo de ello,  es el estudio liderado por Chow, Ruhl, y Buhrmester (2013), que a través de un enfoque diádico encontró que la empatía se vincula a mayores niveles de competencias interpersonales, las que a su vez tienen un efecto en la calidad de las amistades auto percibidas y en las percibidas por sus pares. Asimismo, Van den Bedem, Willems, Dockrell, Van Alphen, y Rieffe (2019) encontraron que solo la empatía cognitiva y la motivación prosocial se asocian al desarrollo de amistades positivas.

A nivel local, un reciente estudio liderado por Cristian Brotfeld y Christian Berger (2020), académicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile,  buscó aportar evidencias sobre el rol que podría cumplir la empatía para favorecer la construcción de amistades íntimas, utilizando como referencia el modelo de intimidad interpersonal (Reis & Shaver, 1988), que plantea que la intimidad se logra y construye desde la apertura de experiencias personales con amigos y amigas. 

A través de un modelo SEM, se contrastó y confirmó el modelo hipotetizado, encontrando que la empatía afectiva y cognitiva tienen un efecto en la dimensión de apertura, y que esta dimensión a su vez media la relación entre ambas formas de empatía con la intimidad. 

Este mismo estudio pone el acento en la importancia de educar la empatía,  porque cumple un rol en la construcción de amistades satisfactorias y favorece el logro de desafíos evolutivos relevantes durante la adolescencia y el desarrollo de una autoestima social positiva. 

La empatía es el telar de los lazos sanos y fraternos. Está en nosotros fomentar su desarrollo, especialmente en la adolescencia, una etapa crucial para cualquier persona. “Esto es particularmente relevante,  porque el despliegue de estas conductas son un aspecto central de la convivencia entre pares y la creación de experiencias compartidas, lo que a su vez da sustento a las historias de vida, el sentido de continuidad y la trascendencia que se despliega intensamente en esta etapa vital”, concluye Dr. Pablo Vergara. 

Referencia:

Brotfeld C., & Berger, C. . (2020). El rol de la empatía y apertura en la intimidad de las amistades adolescentes. 2020, de Revista de Psicología Sitio web: https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0719-05812020000200026