Muchas veces nos peguntamos qué hace de una pareja una dupla exitosa en el sentido de tener una buena calidad de relación. El sentido común, nos puede llevar a pensar que las características personales de cada uno de los miembros de la parea será la que mejor predice ese éxito. Buscar “un buen partido”, “la persona ideal” etc, muchas veces nos hace olvidar que el secreto de las relaciones humanas muchas veces se explica mejor en base a qué tipo de relación se construye en conjunto, donde se comparten las responsabilidades y virtudes. 

Un estudio mundial realizado sobre 11.196 parejas intentó analizar cuáles eran los mejores predicadores de una buena relación de pareja. Se analizaron muchos tipos de variables entre ellas: variables de personalidad como neuroticismo, variables sociodeográficas (edad, género, etc), percepción de la relación. Las conclusiones indican que todo lo que los participantes decían acerca de sí mismos (características personales, experiencias de vida, etc) tenían mucho menos importancia que lo que decían acerca de la relación misma (conflicto, satisfacción sexual etc). La sexualidad satisfactoria y la capacidad de eliminar los conflictos, junto con la percepción de aprecio mutuo, fueron predictores muy potentes de la satisfacción futura de las parejas. 

Los autores concluyeron que una relación caracterizada por el aprecio, la satisfacción sexual y la falta de conflicto importa más que las características individuales de cualquiera de los miembros de la pareja al predecir la calidad de la relación percibida.

La vida en pareja se construye y es un camino que requiere ser recorrido para lograr un bienestar de largo plazo.