¿Existe una configuración universal de la Navidad? Una reciente investigación concluye –entre varias cosas– que la construcción del contenido simbólico de esta fiesta es sensible a los puntos de inflexión significativos en las trayectorias vitales. 

En nuestros días, y cada vez con más frecuencia, el marketing y las grandes marcas parecen haberse apropiado de la Navidad, siendo muy complejo escapar de tanta información y ofertas. Pero, más allá de la máquina de compras y la clásica presión de fin de año, no podemos obviar que la Navidad contemporánea es una de las fiestas más famosas y atractivas del mundo: celebrada hoy por miles de millones de personas en todo el mundo, más allá de la esfera del cristianismo, como lo demuestra encuestas internacionales realizadas en las últimas décadas (Cucu-Oancea, 2022). No obstante, aunque la Navidad está instaurada en prácticamente todas las sociedades del mundo en ninguna se disfruta de la misma forma. Asimismo, al interior de estas sociedades encontramos cientos de significados y modos de vivir esta celebración.

Un reciente estudio cualitativo –realizado en Rumania– buscó indagar sobre el poder social de la Navidad, específicamente en la asignación de significado a lo largo del curso de la vida (Cucu-Oancea, 2022). En pocas palabras, los autores siguieron a 14 personas y las evaluaron 4 veces –cerca de la época navideña– en el transcurso de 16 años, con el fin de analizar las continuidades, así como los giros y vueltas del significado de la Navidad en relación con los puntos de inflexión significativos que ocurren a lo largo de los caminos de las vidas individuales en transición a la edad adulta. La principal conclusión de esta investigación es que no existe una configuración universal de la Navidad, sino una diversidad de significados personalizados, en línea con las realidades subjetivas de las personas, que son sensibles a las tradiciones familiares transmitidas durante la socialización, y se actualizan constantemente con cada generación que las asume, pero también a los eventos significativos de la vida que ocurrieron en sus trayectorias tempranas de la vida adulta. En otras palabras, este estudio concluye que la Navidad, como construcción social es un portador maleable de valores, que actúa como una “espada” y como un “escudo” que las personas usan de acuerdo a las necesidades, los deseos y los desafíos que surgen en su transición de la adolescencia a la edad adulta mejorada.

Cabe destacar que esta investigación subraya sobre la importancia de que en análisis futuros sobre el tema se realicen en distintos contextos culturales, además de incorporar a personas con diversos niveles de educación. Sin duda, los ritos están presentes siempre: históricamente en la vida de las familias. Por lo mismo, todo este nuevo conocimiento refuerza que como adultos podemos –cada uno en su grupo cercano– promover la construcción de significados positivos en torno a esta celebración, con el fin de fortalecer el sentido de pertenencia e identidad de los niños y niñas. 

Como Sociedad de Desarrollo Emocional, les deseamos unas felices fiestas y buen término de año, y los invitamos a construir y resguardar actos que son parte de la historia íntima de los hogares, es decir, instancias con un alto contenido simbólico que honren los valores de cada familia. Recordemos que, cada persona y clan es un mundo único e irrepetible y, por lo mismo, las maneras de celebrar también lo son.

 

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