Es sabido ampliamente que el estrés sostenido en el tiempo perjudica nuestra salud. Pero aún tenemos un gran desafío a visibilizar: cómo el estrés parental afecta, y mucho, a los hijos/as. 

En reportajes anteriores hemos profundizado sobre cómo el estrés y ansiedad en la gestación puede generar efectos a largo plazo en la afectividad y cognición del niño o niña. Hoy queremos seguir sensibilizando y entregando herramientas sobre las consecuencias del estrés parental en la formación y desarrollo de los hijos/as.

El agotamiento severo causado por el estrés crónico incontrolado se está transformando cada vez más en foco de investigaciones relacionadas a salud. En un principio este concepto sólo se asociaba a temas laborales, pero hoy está siendo protagonista en la forma que afecta a padres y madres de todo el mundo.

La crianza puede ser maravillosa; sin embargo, también puede ser muy estresante. Es por esa razón, que la investigadora Moïra Mikolajczak de la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica ha estado a la vanguardia del estudio sobre este tipo de agotamiento en padres y madres; síndrome que genera un distanciamiento emocional de los hijos/as y una sensación de ineficacia en sus progenitores. Mikolajczak y su equipo desarrollaron una escala para medir el nivel de agotamiento que estaban sintiendo madres y padres de todo el mundo y así lograr articular las características del síndrome bautizándolo como Parental Burnout Assesment (PBA). El formulario presentaba una sucesión de aseveraciones sobre esta forma de cansancio. Un ejemplo:  “estoy tan cansada por mi rol de madre o padre que dormir no me parece suficiente”: Los encuestados, entonces, debían responder qué tan identificados se sentían con esas afirmaciones del 1 al 7.

Las autoras de la investigación, una vez que analizaron las respuestas de esta primera etapa, concluyeron que el agotamiento parental es un síndrome que afecta a padres y madres que se encuentran en una situación de gran estrés sin poseer los recursos necesarios para remediar las consecuencias que produce el estrés en sus vidas, como la falta de redes de apoyo, recursos personales, económicos, entre otros. Cuando este agobio se produce de manera constante se puede encasillar como agotamiento parental. Otro dato importante que arrojó esta primera etapa del estudio es que el 14% de los padres y madres entrevistados presentaban este síndrome. 

Otro estudio reciente, liderado por la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur (Azhari y cols., 2019) y llevado a cabo con madres e hijos de 3 y 4 años, ha posibilitado examinar con cuidado la sincronía del cerebro en madres con alto nivel de estrés mientras realiza una actividad conjunta con el propio hijo/a. En este estudio, 31 parejas madre-hijo/a vieron de manera conjunta breves secuencias de series y películas animadas como Peppa Pig, Valiente y Los Increíbles, entre otros. Mientras las duplas madre/hijo miraban los dibujos animados, los investigadores sistematizaban y observaban sus actividades cerebrales mediante la técnica Spettroscopia Funzionale nel Vicino Infrarosso (Functional Near-Infrared Spectroscopy fNIRS). Después de analizar todos los resultados, los investigadores concluyeron que el estrés parental aminora de manera importante la sincronía entre el cerebro de la madre con respecto al hijo, específicamente en la corteza prefrontal medial izquierda (OFC), durante una tarea simple de atención colectiva.En Chile, a partir del estudio longitudinal y poblacional ELPI (Encuesta Longitudinal de la Primera Infancia), ha permitido contar con una serie de datos a través del tiempo, dentro de los que se incluyen resultados del desarrollo y la parentalidad. Los investigadores Navarrete, Silva, van IJzendoorn y Cárcamo (2018), de la Sociedad Chilena de Desarrollo Emocional, publicaron una serie de resultados y uno muy contundente que señala que el estrés parental es el predictor más importante de la psicopatología infantil, basado en los datos del ELPI. (aquí el estudio)

La sincronía en la relación madre e hijo/a radica en la combinación entre comportamientos y señales fisiológicas dentro de la dupla: un reflejo del grado de sintonía en la relación tanto a nivel psicofisiológico como emocional, comportamental y cognitivo. En las relaciones paternofiliales, los patrones de interacción con más sincronía son indicativos de un alto nivel de sensibilidad del padre/madre hacia las necesidades del hijo/a; en otras palabras, en base a esto se construye la relación cuidador-niño y los patrones de apego. “Niveles altos de estrés afectan nuestra capacidad de ser sensibles”, dice la Dra. Daniela Aldoney, Directora de Vinculación de Sociedad Chilena para el Desarrollo Emocional, “y de responder de manera adecuada a las necesidades de nuestros hijos. Nuestro foco está puesto en manejar ese estrés por lo que estamos más vulnerables a otras demandas del medio, como por ejemplo las necesidades de atención y cariño de nuestros hijos”. 

La sincronía madre-hijo/a se considera como una etapa crítica de corregulación en el comportamiento y desarrollo emocional del niño o niña; es por ello que es importante reconocer dónde se origina este componente de desincronía. Se especula que la mezcla entre altos niveles de estrés parental y problemas de comportamiento de los hijos/as podría ser una de las causas. “Madres y padres más estresados tienden a ser más irritables”, explica la Dra. Aldoney, “tener menos paciencia y menor capacidad empática lo cual afecta de manera negativa la calidad de la relación con nuestros hijos. Si estos episodios son esporádicos no hay problema, pero la situación se vuelve más preocupante si los niveles de alto estrés parental son crónicos, ya que se genera un patrón de relación poco sensible y cariñoso entre padre e hijo”.

¿Cómo evitar y enfrentar el estrés parental? 

 La parentalidad es estresante en sí misma, por lo mismo requiere de adaptabilidad y ser compartida con alguien más, como una pareja, una abuela o un pariente cercano, por ejemplo.

Además, es relevante ser conscientes del estrés parental y estar alerta si como padres/madres nos sentimos agotados en términos emocionales y físicos, o si nos sentimos desconectados de nuestros hijos/as. “Cuando estamos estresados lo primordial es poder darnos cuenta”, dice la Dra. Aldoney, “es decir, hacerlo consciente para pedir ayuda. Si está situación es aguda y vemos que afecta la relación con el hijo/a es necesario dar un paso atrás, respirar profundo y pedir a otra persona que se haga cargo del cuidado del niño hasta lograr bajar los niveles de estrés”. 

Otro tema fundamental para poder ejercer un rol de cuidador cariñoso y sensible es siempre generar un momento privado y de autocuidado. En el caso de estrés crónico es necesario analizar las situaciones y, probablemente, buscar de forma activa apoyo en la red cercana. También se debe buscar ayuda profesional cuando los mecanismos de contención no están dando resultado.

Todos los hallazgos muestran que el agotamiento de los padres y madres es una condición grave que requiere de bastante más atención, de manera que se pueda aportar en generar instancias, programas y políticas públicas que apunten al bienestar de los padres y madres; de esta forma, podremos ser más conscientes del cuidado amoroso y sensible que los niños y niñas requieren para un desarrollo integro y sano. 

Referencias:

1. Azhari, A., Leck, W. Q., Gabrieli, G., Bizzego, A., Rigo, P., Setoh, P., Bornstein, M.H. & Esposito, G. (2019). Parenting Stress Undermines Mother-Child Brain-to-Brain Synchrony: A Hyperscanning Study. Scientific reports, 9(1), 1-9.

2. Crnic K., Hoffman C., Estrés parental acumulado durante el período preescolar: relaciones con la crianza materna y el comportamiento del niño a los 5 años. https://www.researchgate.net/publication/227526042_Cumulative_parenting_stress_across_the_preschool_period_Relations_to_maternal_parenting_and_child_behaviour_at_age_5

3. Roskam I., Mikolajczak M., El agotamiento de los padres: ¿qué es y por qué es importante?, https://www.researchgate.net/publication/332402868_Parental_Burnout_What_Is_It_and_Why_Does_It_Matter

4. Navarrete, M., Silva, J.R., van IJzendoorn, M.H., & Cárcamo, R.A. (2018). Physical and psychosocial development of Mapuche and nonindigenous Chilean toddlers: A modest role of ethnicityDevelopment and Psychopathology, (30), 1959-1976.