Un interesante modelo de la consciencia humana se ha ido perfeccionado en los últimos años. Su autor, Johnjoe McFadden, un biólogo de la Universidad de Surrey, a través de complejos modelos de física y biología ha propuesto un modelo que permite explicar diversas propiedades de la mente humana. 

Por décadas la gran interrogante para los interesados en entender la mente humana ha sido explicar ciertas las propiedades de la consciencia (mente). En particular, que algunos seres vivos podamos experimentar una percepción con cualidad (el qualia en términos científicos) y de una manera integrada y de una sola vez (el problema de la integración o “la escena” según Gerald Edelman). Esta propiedad que verdaderamente le otorga el carácter de “subjetividad” a la experiencia humana es uno de los grandes misterios por resolver en ciencias (el “problema difícil” de la consciencia).  

Los modelos computacionales que se han desarrollado hasta ahora están lejos de lograr la integración de la información que otorga una de las características centrales a la mente humana. En ese contexto, McFadden propone que el problema hasta ahora era que no habíamos sido capaces de mirar la variable adecuada. Parte de ello era el sesgo teórico y científico que se desarrollo de Descartes en adelante al asumir el dualismo (existe la mente y el alma) o, en contraposición, el monismo (solo tenemos un cerebro material). Por el contrario, McFadden propone una teoría científica dualista que distingue entre materia y energía, en lugar de materia y alma.

La teoría se basa en un hecho científico conocido: cuando las neuronas del cerebro y del sistema nervioso se activan, no sólo envían la conocida señal eléctrica (impulsos nerviosos) por las fibras nerviosas en forma señales , sino que también envían un pulso de energía electromagnética (un campo eléctrico) al tejido circundante. Esta energía normalmente no se tiene en cuenta, pero lleva la misma información que los disparos nerviosos, pero como una onda de energía inmaterial, en lugar de un flujo de átomos dentro y fuera de los nervios.

Al igual que ciertas fuerzas en la naturaleza logran integrar información de distintas fuentes (por ejemplo la gravedad integra en un punto del espacio la influencia de, por ejemplo, el sol, la luna y la tierra), los campos eléctricos tienen esa propiedad donde integran información en un punto del espacio (en este caso el cerebro). De este modo, McFadden sostiene que la conciencia y la mente deben sus propiedades a su origen; los campos eléctricos que se generan en el cerebro. Su teoría fue publicada recientemente en uno de las revistas más importante de ciencias de la mente. 

Una interesante teoría que de confirmarse y ampliarse podría llevarnos no sólo a crear maquinas con consciencia, si no que eventualmente a trasladar nuestra consciencia de un lugar a otro (liberarnos del cuerpo humano). Ideas para pensar y soñar. ¿Qué opinas?