En las películas y series de ficción, se ocupa regularmente el polígrafo para identificar las declaraciones falsas. Pero estudios recientes apuntan a nuevas estrategias y herramientas para detectarlas, como es el caso de la discusión en grupo. 

Como muchas personas plantean, hoy vivimos en una sociedad de la posverdad; término que proviene de la traducción de post-truth y cuyo significado se refiere circunstancias donde los hechos objetivos son menos influyentes en la formación de la opinión pública que la apelación a las emociones y creencias personales. En otras palabras, actualmente vivimos en un momento en que las fronteras de la verdad y las mentiras están diluidas. Es debido a esto que estamos rodeados de fakes news, opiniones que se disfrazan de verdad y noticias sin contrastar.

La discusión en grupo ayuda a detectar mentiras 

Detectar falsedades no es un asunto sencillo. Para esto, necesitaríamos un detector de mentiras o tener todo el conocimiento de Tim Roth en la seria Lie To Me que emite el canal Fox, la cual se inspira en Paul Ekman, reconocido psicólogo estadounidense que se ha pasado décadas investigando el tema y ha trabajado para agencias de inteligencia de EEUU. No contentos con estas propuestas, académicos de la Universidad de Chicago optaron por avanzar sobre alguna metodología que le permitiera detectar mentiras de forma rápida y efectiva.

Según dicho estudio, liderado por Nicholas Epley, la discusión en grupo es consistentemente más precisa para distinguir las mentiras que intentar hacerlo de forma individual. Para llegar a esta conclusión, los investigadores diseñaron cuatro experimentos en los que los colectivos distinguían consistentemente la verdad de las falsedades con mayor precisión. 

En los dos primeros experimentos, las y los participantes vieron videos sobre declaraciones de diferentes oradores y adivinaron si cada aparición era una verdad o una mentira, ya sea individualmente o en grupos de tres personas. La única diferencia entre los dos experimentos fue que, en el segundo, los investigadores utilizaron declaraciones diferentes y también casi duplicaron el tamaño de la muestra.

El tercer experimento probó si la ventaja del grupo en la detección de mentiras se aplicaba a las mentiras intencionales y de alto riesgo. En este caso, los trabajos colectivos volvieron a ser más exactos, con un 53,2% sobre un 48,7% en el caso de la precisión individual. Por último, el cuarto experimento se centró en dos razones subyacentes por las que los grupos podrían identificar mejor el engaño: primero, la discusión colectiva podría identificar a la persona que falta a la verdad dentro de un grupo, lo que aumenta la precisión a través de un mecanismo de clasificación; y, en segundo lugar, la discusión en grupo podría generar observaciones sobre el objetivo que proporcionen la información necesaria para realizar una evaluación precisa.

Los integrantes de esta investigación señalan que no creen que el resultado se deba al efecto conocido como sabiduría colectiva, porque el número de personas no influye en la detección de mentiras si no existe un debate previo. En otras palabras, los grupos no estaban solamente optimizando las pequeñas cantidades de precisión contenidas entre los miembros individuales, sino que en su lugar estaban creando un único tipo de precisión a través del debate colectivo. No obstante, los autores de esta experiencia quieren seguir analizando las condiciones y características del grupo que refuerza tal capacidad.

Detección de mentiras en niños, niñas y adultos

Tanto los niños, los adolescentes y los adultos mentimos alguna vez en nuestra vida. Sin embargo, como personas responsables de la niñez es importante saber reconocer y detectar a tiempo este tipo de declaraciones con el fin de parar y tratar a tiempo situaciones que pudieran afectar el bienestar físico y emocional del infante. Aun reconociendo esta importancia, son pocos los estudios realizados que determinen la precisión de los adultos al buscar reconocer cuándo un niño/a está faltando a la verdad. 

Una investigación llevada a cabo en la Universidad de California por Edelstein, Luten, Ekman y Goodman, pretendió comprobar si las personas adultas identifican mejor las mentiras mencionadas por niños y niñas que las falsedades expresadas por otros pares.

En este caso, las y los participantes adultos tuvieron que observar entrevistas grabadas en vídeos tanto de niños como de otras personas adultas, ya fuera diciendo la verdad o alguna falsedad.  Según esta iniciativa, los integrantes de la investigación lograron detectar la mentira de los menores de edad con mayor precisión que la de los adultos. Sin embargo, las declaraciones veraces de las personas mayores se descubrieron con más exactitud que la de niños y niñas. 

Por otra parte, distintos análisis de esta experiencia arrojan que los observadores de los vídeos estaban más inclinados a tildar como ciertas las manifestaciones de los adultos, pero no la de los niños. Además, de acuerdo con la noción de que existen diferencias individuales estables en la capacidad de detectar mentiras, los observadores que fueron muy precisos en la detección de las falsedades de los niños fueron igualmente precisos en la detección de los relatos que faltaban a la verdad por parte de los adultos. Hasta el día de hoy, se discuten e investigan las pistas para comprender la exactitud para descubrir las mentiras.

La detección de la mentira aún sigue siendo un tema controvertido y ninguno de los métodos que existen hasta la fecha ha demostrado fiabilidad necesaria. Hasta el momento, existen varias estrategias, algunas con más base científica que otras, pero todas con una alta carga de subjetividad. 

Bibliografía:

1. Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago. (2015, 11 de junio). La discusión en grupo mejora la detección de mentiras. ScienceDaily . Obtenido el 22 de noviembre de 2021 de www.sciencedaily.com/releases/2015/06/150611161215.htm

2. Goodman, GS, Luten, TL, Edelstein, RS y Ekman, P. (2006). Detectando mentiras en niños y adultos. Ley y comportamiento humano, 30 , 1-10.