Una de las características de la denominada “Era Digital” en la que vivimos, es que los niños y niñas están expuestos a las redes sociales cada vez a más temprana edad. Ellos y ellas necesitan tener un tiempo y espacio real para conectarse, sentir y expresar sus emociones más genuinas, sin juicios ni críticas de otros y otras. Es por esto que debemos brindarles la posibilidad de construir una autoestima sólida, basada en un mejor autoconocimiento de manera anticipada, lo que se refleja en la aceptación y valoración de sí  mism@s y de los demás. Un verdadero y auténtico conocimiento y expresión de las emociones y sentimientos es lo que permitiría a los niños y niñas sentirse seguros consigo mismos. Como menciona Alice Miller (1994), “el niño no puede confiar en sus propios sentimientos si no ha tenido ninguna experiencia en ese campo”. Por lo tanto, cuanto más podamos profundizar y conocer acerca de nuestros sentimientos de manera temprana, más fuerte será nuestra confianza.

A partir de la importancia de un desarrollo temprano del autoestima, del desarrollo de experiencias concretas de introspección y autoconocimiento, y a la preocupante situación que vivimos hoy en día en nuestro país—donde uno de cada tres niños y niñas en la sala de clases tendría algún tipo de trastorno psicológico o psiquiátrico (De la Barra et al,. 2003); situación que se ha incrementado cerca de un 30% tras la pandemia (Larraguibel et al., 2020)—, se hace urgente la necesidad de favorecer el desarrollo de habilidades socioemocionales en los niños y niñas. 

Frente a esta  preocupante situación, surge el libro “Con Todo Mi Yo” desarrollado por la psicóloga Carolina Bunge, y la Diseñadora Laura Hurtado. Este es un diario de autoconocimiento para niños y niñas en edad escolar, en el que, a través de ilustraciones sugerentes y preguntas inspiradoras, permite que ellos y ellas exploren su mundo interno libremente y de manera creativa. De esta forma, se les concede un espacio físico y psicológico para conectarse con sus sensaciones, emociones y vivencias a partir de: (1) conectarse con su cuerpo físic y psicológicamente (2) expresar simbólicamente emociones tales como el miedo, la rabia, la pena, alegría (entre otras), y (3) una exploración profunda y abstracta que busca acercar al niño a sus fantasías e imaginación. 

A través del programa de desarrollo socio emocional creado por la Fundación Con Todo mi Yo a partir de su libro/diario del mismo nombre, es que se entrega a los niños y niñas un espacio para explorar su mundo interno de manera personal y en compañía de su grupo curso, de manera sistemática una vez por semana. De esta manera poco a poco desarrollan una relación cada vez más cercana con su con ellos mismos y paralelamente con su grupo de pares. Cada estudiante trabaja de manera personal cada pregunta que se le presenta y luego los que quieran pueden compartir sus respuestas en el grupo curso. 

“Hemos sido testigos de cómo son de genuinos y profundos los cometarios de los niños y niñas que han participado en el programa, y como permite acercarse unos a otros en un ambiente de respeto y humanidad compartida, al tratarse de temas y situaciones emocionales”

“Con Todo Mi Yo” permite a los niños y niñas revisar diferentes aspectos de ellos mismos, para luego ir armando puzles hacia una identidad más explorada y conocida, a través de preguntas como: Escribe tu nombre; ¿Alguna vez pensaste llamarte de otra forma?, escríbelo aquí; ¿Cuántos años tienes?, ¿Cuántos años te gustaría tener?, ¿Cómo serías?. O preguntas que acercan al niño o niña a sus emociones y sensaciones corporales como: “Cierra los ojos, toca tu cara, recórrela de arriba hacia abajo, ahora abre los ojos y dibújate”; ¿El peor dolor que has sentido en tu cuerpo cuál fue. Y finalmente, preguntas que abren la fantasía e imaginación de cada niño y niña como: “Te encuentras en un túnel, lo recorres y descubres algo que no habías visto”; “Estás mirando bajo tu cama, ¿qué hay ahí?”; “Te metes al fondo del mar, ¿con qué te puedes encontrar?”. Estas preguntas van poco a poco entrelazando el mundo interior de los niños y niñas, explorando sutilmente diferentes aspectos personales, creando una narrativa con sentido en un espacio concreto como es este libro-diario personal.

“Con todo mi Yo” fue publicado por primera vez a finales del año 2018 por la editorial “Laurel” para ser luego vendido de forma individual en librerías del país. A principios del año 2019 recibimos una solicitud del Departamento de Educación de la Municipalidad de Lo Barnechea de poder incluir el libro/diario, al trabajo de orientación en los cursos de 3ºro y 4ºto básico. Gracias a esta iniciativa, el libro/diario no sólo llegó a una mayor cantidad de población infantil, sino que también, abrió la posibilidad del trabajo grupal en la sala de clases. Además, esta oportunidad nos permitió diseñar como equipo un programa que permitiese su utilización dentro de la sala de clases.

Debido al impacto positivo del trabajo realizado en conjunto con la Municipalidad de Lo Barnechea, se decidió postular el libro y programa “Con todo mi Yo” al fondo de incubación de la Fundación Mustakis 2020; el cual fue seleccionado para su implementación el año 2021. Actualmente, nos encontramos trabajando en 9 establecimientos educacionales a lo largo de nuestro país; hemos entregado un libro a cada estudiante de 3º y 4º básico y a sus docentes (profesoras y profesores jefes) en diferentes establecimientos, lo que ha implicado entregar más de 1.250 libros. Asimismo, hemos realizado capacitaciones a los docentes de cada una de las instituciones con las que estamos trabajando, y nos encontramos evaluando el impacto de manera cuantitativa y cualitativa junto a un equipo de investigadores de la Universidad del Desarrollo.

El trabajo de capacitación con los profesores y profesoras que guían el trabajo con el libro-diario, se ha hecho a partir de la experiencia personal de ellos y ellas con su propio libro, y posteriormente, hemos entregado el programa y manual de trabajo en sala de clases.  La capacitación busca sencillamente que los docentes puedan preguntarse aquello que los mismos estudiantes se preguntarán en la sala de clases; por lo que permite una acercamiento experiencial frente a lo que guiarán posteriormente. Como por ejemplo, “sentí que pude tomar una pausa para pensar sobre cosas que cotidianamente no pienso”. “Me gustó conocer partes de mis compañeras que no conocía, y creo que a los niños y niñas les puede pasar lo mismo, lo que es muy enriquecedor”; “Confianza, cercanía, un momento de reflexión, autoconocimiento. Será una maravillosa experiencia para nuestros niños”.

Finalmente, hoy más que nunca—frente al contexto de pandemia—, donde las pérdidas son algo cotidiano y  compartido, ya sea por fallecimiento de seres queridos, separación de sus compañeros, problemas económicos, problemas de pareja o al interior de las familias, es que necesitamos entregar un soporte emocional que nos enriquezca psicológicamente. Considerando que muchos de estos duelos no han podido ser elaborados, y los niños y niñas los vivieron en soledad, y sin la posibilidad de compartir esas experiencias, creemos fundamental incorporar herramientas de introspección y expresión emocional como el programa y libro/diario “Con Todo Mi Yo” dentro del contexto escolar. Esto sumado a la evidente saturación de sistemas de salud mental, tanto públicos como privados, es que es fundamental introducir este tipo de espacios de cobijo y sostén emocional en nuestra población infanto-juvenil, especialmente dentro del contexto escolar.

Más información PINCHA AQUÍ